Como practicante y estudioso de esta ciencia, de la astrología, y después de haber estudiado un poco sobre el linaje de la psicología, y de Freud, he llegado a la conclusión de la metapsicología es incompatible con la astrología; ya que los conocimientos que dejó este hombre al respecto del psiquismo y la cultura concluyen en su metodología; aunque no terminada (como todo en este mundo) la clara base de que el análisis permite a la persona conocerse por medio de un reglamento, condiciones y presencia de un otro capacitado para la tarea; mientras que la astrología es casi todo lo contrario, ya que por medio de la interpretación que hace un experto (o por lo menos un conocedor/ra) sobre los significantes de los astros, puede explicar (una parte por lo menos) sin estar presente físicamente la conducta del “interpretado”, es decir, aquel practicante de astrología asume la capacidad de saber, ilusoriamente, sobre aquel que vive su propia vida, su propia experiencia, su propio saber; su fenomenología. Me pregunto, sobre este último dato ¿esto cabe dentro de una filosofía humanista?.
Me parece que el actual astrologo viene repitiendo una constante fundante de la humanidad, casi de la cultura y lo cultural: ser el heredero del poder que actualmente, (repito, actualmente) se reconoce por la toma del conocimiento, ¿Qué mejor ejemplo de esto que ser dueño o adueñarse del conocimiento de otro, de un ajeno? Donde ese otro (que somos todos) vive sobre-estimulado, invadido, o constantemente expuesto a lo que los psicólogos sociales llaman disonancia cognitiva
Creo que actualmente, por no decir siempre, el humano, la persona (no digo el sujeto), debe ser incitado a un empoderamiento de su realidad, de sí mismo, de su ser y esencia si es posible; espero por bien de la realidad que todos compartimos.
De otra forma, la astrología a pesar de tener la capacidad de detectar, predecir, e interpretar eventos sociales, políticos, y geográficos; puede ser aplicada de ahora en adelante no necesariamente como una herramienta que pre-destina el acontecer de las personas, generaciones y parejas; sino que tal vez este conocimiento ancestral así como la misma meta-psicología se convierta en una herramienta muy útil, muy estructurada, y eficaz de análisis.
Creo que C. G. Jung tomó no solo del mito, sino también de algo mucho menos científico, un conocimiento también antiquísimo y digno de ser investigado y cuestionado como es la simbología del Tarot, el cual es más un lenguaje complejo que ninguna computadora puede mular; cosa que sí puede hacer, apuesto, casi cualquier humano, provocando con tiempo y sensibilidad, un cambio en la percepción de la realidad sobre aquel que la aplica.
Si el objetivo de la astrología como ciencia, (que también puedo llamar disciplina ya que algunos autores desean adjudicarle la capacidad de arte) es repetir de alguna manera las funciones de lo que hace la psicología, me parece una forma bastante grosera de respetar el trabajo y dedicación de maestros, estudiosos, y algunos sabios que dejaron huella en esta realidad en la que vivimos.
Si de alguna manera estos pensamientos, ideas e hipótesis míos producen respuestas con fundamentos, me gustaría saberlos, aprender, aun más, constatar
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