28 diciembre 2010

leer e interpretar

Leer no es interpretar, pero al leer se necesita interpretar.
¿se leen los signos, los íconos, los simbolos, las imagenes, los números, las letras, los esquemas, el orden, los párrafos, el arte y sus obras; la postura, el porte, las facciones, el tono, las propias preguntas, el ruido, los silencios...?

20 diciembre 2010

Lo bello y apreciable para un Aries y un Escorpio



Mi signo es Aries, y el de mi amigo Escorpio, una combinación fácil de encontrar en la cotidianidad.

Caminábamos por la calle cuando aprecié un bonito coche, algún diseño y modelo que no puedo recordar en este momento, pero sé que eso me hizo detener mis pasos; le dije a mi amigo lo bien que se veía ese auto, le pregunté, ¿lo viste? ¿No te parece bonito? Él me respondió que los autos no le parecen algo apreciable, ya que la belleza se encuentra en la naturaleza.

Su apreciación me pareció justa, es decir, lo auténticamente bello sí está en la naturaleza, por muchas razones casi mágicas, ya que dan paso a la vida…

Pero su apreciación también me hizo pensar en mi concepto de belleza; me parece que un auto puede ser bonito, impresionante, bello, sencillamente apreciable, no sólo porque se mueve con sutileza o firmeza, sino porque detrás de una herramienta para transportar o transportarse hay muchas horas de investigación, trabajo, dedicación, reglas, un plan, un sentido elaborado, que entre una de sus mayores metas es vender el producto terminado, pero igualmente hay un concepto, es decir, ese auto puede simbolizar la condensación de muchas mentes en algo digno de ser apreciado estéticamente.

Pero si mi perspectiva es de un Aries y la de mi amigo es la percepción de un Escorpio pensé en los signos opuestos de estos dos signos: para un Aries, libra; y para un Escorpio, Tauro.

¿Alguien sabe cómo se representa el comportamiento libra y el tauro?

Este relato intenta defender mi hipótesis al respecto de lo que es un signo que puede ser definido por su signo opuesto; y procura responder a la pregunta ¿por qué un Aries es un Aries y no otro signo?

¿por qué yo cómo un aries elijo una obra artificial, o mejor dicho, humana y no creada por la naturaleza, en comparación con un Escorpio que prefiere una creación natural?

Justamente estos dos polos: la belleza artificial y la no artificial corresponde respectivamente a los conceptos de libra y Tauro.

01 diciembre 2010

Para la humanidad hasta la obviedad es engañosa.



De la serie, bien conocida, “Dr House” han brotado premisas que me han hecho pensar al respecto de la naturaleza humana. Una de estás premisas es que el cuerpo nunca miente, pero paradójicamente la humanidad lleva en sí la necesidad de mentir… ya sea para sí mismo o a los otros; pero entre las variantes de la mentira podemos encontrar tantas acciones humanas cómo ilusión, el engaño, la ignorancia, el desconocimiento, la omisión, la confusión, quizá haya más, pero no se me ocurren en este momento.

Y sin embargo el cuerpo no miente. El problema radica en interpretarlo, cómo lo tiene que hacer cada doctor que antes de administrar una posible cura, remedio o similar, debe tener un diagnóstico, que dirija su acción. Un diagnóstico avalado por la ciencia, o el método, la sapiencia y la deducción; aunque cómo algunos seguidores de está serie han notado, a veces el sentido común puede tener la última palabra que culmine en un diagnóstico en pro de la salud.

A veces no tenemos la verdad porque no tenemos el conocimiento, a veces un pensamiento mágico, muy bien dado en la humanidad brota de la mente, ya sea consciente o inconsciente procurando rellenar ese espacio del que nacen los miedos, la incomprensión, el malestar de ser victimas de la desdicha, el catástrofe y del dolor; vale la pena mencionar que hay tipos de penas y malestares, por que no es lo mismo vivir con la queja del cuerpo, cómo loa hace el doctor Gregory House, que vivir con el pesar de saberse asesino de una vida – depende en gran medida el cómo –, o haber roto el compromiso nupcial por una noche loca, o perder la vista, etc. El dolor físico no es cómo el dolor psíquico. Un siego puede sonreír, enloquecer de amor, hasta gritar de emoción, mientras que alguien que ha perdido la fe o se llama así mismo desgraciado en la opulencia, puede tener un concepto muy diferente de vida.

Hay de vida a vida, dice el doctor, así cómo el clérigo, el gobernador, la enfermera, el maestro, el monje, el artista, el poeta, y el astrólogo.

Un filósofo sabe que la vida no se puede definir por medio de la muerte. Igualmente creo que la salud no se puede definir por medio de la ausencia de enfermedad.

Ahora me permito escribir para el lector cómo este programa televisivo me ha hecho pensar astrológicamente sobre esas premisas.

En la astrología se dejan plasmar tantas temáticas humanas cómo sean posibles imaginar, presentes y venideras. Entre ellas uno de los temas más importantes de la cotidianidad: la salud. En una carta astral siempre están todos los planetas (aunque técnicamente deseen llamarles, planetoides, satélites, o estrellas), a partir de la dinámica que hay entre estos planetas, ya sea por su posición, que en pocas palabras puede ser desembocar en diferentes adjetivos; así se puede deducir el tipo de vida, vitalidad, tipo de respuesta, rasgos físicos, carácter, temperamento, así cómo capacidades físicas, mentales, actitudinales que hablan de una noción básica de la salud, pero la mayoría de las veces, los astrólogos lo sabemos, se deja destacar en la carta puntos esenciales que no se tienen que deducir, sino leer y al mismo tiempo saber comunicar a quien más le importa la carta, el consultante.

En el basto conocimiento que la astrología implica, se encuentran las casas o 12 divisiones en los que se fragmenta el todo en orden continuo (perfecto, desde mi punto de vista) donde la casa 6 está regida por el signo de Virgo, y su planeta regente, mercurio. Esto indica que en la rotación natural del cielo en el transcurso del día, pasan

los12 signos, obviamente el cielo no es estático, y así se pueden formular, 12 diferentes formas de salud y trabajo, eso significa está casa o zona.

Pero este orden tiene simetría, esto implica una casa (o zona) complementaria a la casa 6, donde se plasma un orden diferente al de la salud física, que es la psicológica.

El psiquismo no es la mente, pero sí la abarca, no son las neuronas, pero sí están implicadas, no son sentimientos pero sí están involucradas. El psiquismo es de alguna forma parecido a la dinámica cuántica, sabemos que dejan estelas las partículas, pero no detienen ni analizan esos diminutos elementos del universo diseccionándolos con bisturí, ni mirando con microscopio; es así igualmente con la mente: conocemos parte de su funcionamiento por medio de lo que la persona exterioriza con su lenguaje, pero también al analizar el lenguaje sabemos que varia entre cada cultura, y que la cultura se entre mezcla con la sociedad y que la sociedad se forma con personas, círculo de no acabar.

Hace alrededor de cien años algunos científicos analizaban la psiquis con lo que podía ser medible y cuantificable: el comportamiento, que era visto y consensuado, cómo hacemos todos con respecto a lo que llamamos “realidad”. Pero ahora sabemos que a pesar de que el psiquismo depende en gran parte por el componente biológico, esto no lo engloba del todo. Esto lo menciono con el fin de plasmar un esbozo sobre lo que se podrá hallar en lo que conocemos sobre psiquismo, hoy en la actualidad, por lo menos hasta ahora.

Les pido a los lectores que reconozcan estás áreas, para que puedan imaginar lo que hay en la casa 12, de piscis, de neptuno.

Tras todos estos párrafos arriba, mi intensión es demostrar el orden que se puede encontrar al analizar una sola casa: donde el cuerpo no miente se deriva el otro polo de la salud, en que la verdad y la mentira se difuminan, forjando así un buen trozo de cultura que también nos constituye cómo personas y cómo sociedad.