19 noviembre 2010

Desmitificando a Saturno con dos planetas y una teoria psico-social







Mientras aprendía en mi clase de psicología social, leímos la aplicación de los resultados de una investigación llamada “teoría de la ventana rota”; esta indica que cuando las reglas no son respetadas por alguna autoridad, los usuarios tomarán el espacio para perpetuar o incrementar la falta de reglas; esa es mi traducción, usaré mejor los fenómenos sociales de los experimentos que fueron

“Consideren un edificio con una ventana rota. Si la ventana no se repara, los vándalos tenderán a romper unas cuantas ventanas más. Finalmente, quizás hasta irrumpan en el edificio, y si está abandonado, es posible que sea ocupado por ellos o que prendan fuegos adentro.”

Este fenómeno social me hace pensar al respecto de la naturaleza del planeta saturno, que así cómo su antítesis, la luna, este tiene sus manifestaciones sociales

Es decir, normalmente, este planeta, Saturno, es denominado como uno de los maléficos, quizá está clasificación no es del todo adecuada, ya que cuando al entrar en detalles al respecto de su naturaleza y función dentro de una carta, se usan algunos conceptos más útiles, cómo: el planeta que restringe, delimitante, o el que impide, entre otros calificativos.


Pero, así cómo el astrólogo tiene que hallar el significante adecuado para el signo que analiza dentro de la carta (sea planeta o signo); puede encontrar estos signos representados en la sociedad; y creo que también se puede ver en la dinámica social (hago notar que entre dinámica social y sociedad se pueden encontrar diferencias).

Esta teoría, discutible, cómo todas aquellas que se encuentran en las ciencias “blandas”, tiene sus singularidades. Entre las singularidades que se aprecian, es que el orden impide el paso del caos, suena a obviedad, pero también impide su expansión y propagación.


Antes de continuar, pido que se observen los significados con los que se relacionan los planetas Saturno y Marte (este segundo que entra en escena, también es llamado por algunos cómo maléfico también), que tienen una cierta naturaleza cercana pero claramente diferenciados. Ambos nacen a partir de los ritmos básicos de lo conocido, cómo se nota en los eventos de la naturaleza, cómo ejemplo, la propia vida: larga, corta, minúscula, extendida e incluso magnifica, la vida suele presentar en su ritmo un inicio y un final, a esta ultima característica se le asocia Saturno; por otro lado se puede apreciar Marte que da empuje y vitalidad, se manifiesta en el arrojo que se necesita muchas veces cuando las circunstancias de la vida, de cualquier forma de vida (con excepción de los virus, dicen los biólogos) para experimentar las vivencias que pueden conducir a la gloria cuando se trata de sobrevivir, o en el otro extremo, la muerte intentando llegar a ese éxtasis que da paso a más vida, usualmente. Y este Marte es importante dentro del texto que explico porque, cuando se trata de sobrevivir, la energía marciana tiene la facultad de tomar la vida de algún otro ser, este acto llamado también cómo matar, que da paso al fin de la vida o muerte puede relacionarse con cierta torpeza con Saturno, he aquí la diferencia; insisto, cercanos pero diferentes, mientras que Marte puede aniquilar, matar o extinguir (este ultimo visto en el comportamiento humano) Saturno no es belicoso, prefiere, reprimir, denegar aunque también cortar (creo que también hay que pensar donde cae omitir y anular).

Una vez dadas las diferencias, y volviendo con las “ventanas rotas”, tal vez el lector pueda notar las diferencias entre la energía natural de Marte que rompe esa ventana y la ley representada por Saturno que en un descuido procura poner orden. Creo que se puede notar cómo considero a Marte como una energía natural más del orden que mueve el cosmos.

Y para terminar, quiero volver a la antitesis de Saturno, la Luna. Creadora de las mareas, reina de los instintos, porque despierta a lobos y perros cuando se encuentra de frente al sol en los cielos nocturnos; gobierna, decimos los astrólogos, al signo de cáncer, y opuesto a este signo, así cómo en los trópicos, está Capricornio, regido por Saturno. Mientras que las masas oceánicas responden a este gran satélite natural, reconocemos también que es el principal incentivo para que las comunidades se manifiesten, (que están en comunión, no es igual que el comportamiento en las grandes urbes). Se me hacia difícil pensar que el planeta Saturno tuviese un manifestación social y no sólo parcial cómo lo se representa el estado, el que coarta para defender a todos, en caso ideal y posible (léase o piénsese Saturno en libra, transito actual); creo que es claro cómo el estado es parte y se diferencia al mismo tiempo de la comunidad total.

Entonces, se puede leer el orden dado por Saturno desde una perspectiva social, aunque este rubro sea más dado a la luna

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