30 septiembre 2010

Psicología para astrólogos



La premisa del psicoanálisis es que los padecimientos psíquicos u originados en la psique pueden verse “curados” cuando se hace consciente aquello que se encuentra en el inconsciente, este se ve manifestado cuando: algo se olvida, cuando se crea un chiste respecto a los temas significativos de la persona, los eventos conocidos cómo lapsus y los sueños. Los psicoanalistas usan el silencio cómo principal vía de acceso a esta “curación” además de usar la interpretación, que desde mi punto de vista se da mejor en la escucha, en la atención de ese “mito” personal que presentan las personas.

Esto viene de utilidad para el astrólogo ya que a pesar de que puede ver esas grandes tendencias manifestadas en el ahora y el pasado, aunque el consultante se pregunta por su futuro y decisiones próximas, es aquello no resuelto (o no elaborado), aquello que desea ser olvidado y es reprimido en el tiempo de lo ido, es justamente lo que puede generar muchas respuestas favorables en el ahora; la tarea difícil para el astrólogo es llevar esa plática por los temas escabrosos aunque el consultante lo niegue o simule; esto indica que también es tarea difícil y aun más importante para el consultante nombrar las experiencias complejas que lo conforman y al mismo tiempo lo retan a reformularlas.



Si el astrólogo supera el delicioso poder que puede ejercer sobre el consultante al mostrarse cómo conocedor de una vida ajena, y el conocedor de una técnica que confirma su poder, que llega incluso a desnudar groseramente a la persona, podrá darse la oportunidad de ser una vía de sanación con el trabajo propio del consultante, y no sólo un conocedor que diagnostica el futuro, o que mira el cielo cómo si observase los fenómenos climatológicos que le aquejarán al consultante; si se concede poder y responsabilidad al consultante cómo una presencia sana por parte del astrólogo, una carta natal servirá además de diagnosticar también será de gran utilidad para sanar

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