18 octubre 2009

¿Sabes la diferencia entre aprender y aprehender?

Sólo sé que no sé nada
Esa oración debería pegarla en el muro de mi cuarto, porque es la frase de los sabios, prudentes y constantes buscadores. El saber nunca terminará, y la búsqueda tampoco, y no basta con ser inteligente; un sabio sabe que al reconocer su pequeña tamaño con el universo, sólo puede aspirar a lo imposible, que es en sí, lo más realista. Para el orgullo humano esto puede sentirlo como una herida; pero es sencillamente reconocer la grandeza de los dioses, y el camino de todo humano es aspirar a ser como uno, por medio del reconocimiento y casi eliminación del orgullo, mas el ego, es otra cosa, otra harina de un costal fuera de esta panadería.
Entonces, ego y orgullo no es igual, y un acto sabio es reconocer su ignorancia; no por ello eliminar el optimismo y objetivo, que sí es imposible, debería mantenernos en pie.
Si reconoces el imposible como meta, cualquier caída será un acierto.
¿Por qué preocuparnos por el tiempo? si no existe, y ¿qué puedes perder si nada es tuyo en este mundo? más el conocimiento es lo que nunca te podrán quitar, eso y la fe; te pueden cortar la cabeza, sí, pero no los recuerdos de todo lo que has vivido, te pueden quitar la vida, pero no la fe que tienes en ella.
A medida que pasan los minutos algo nuevo se te presenta, es un algo único nunca antes visto o vivido en tu vida o en la de alguien más, en todo punto visible e invisible hay conocimiento, la pregunta es ¿como lo vas a tomar? ¿Como lo dejaras ir?
Es como el río

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